viernes, 23 de octubre de 2009

Bienvenida clase media; la pobreza les espera con los brazos abiertos.

Estamos consumiendo las ultimas paginas del almanaque del año 2009, y el vértigo de la velocidad se acentúa porque Diciembre solo dura 15 días, no solo por el espíritu navideño anticipado, sino por el periodo vacacional que es parte medular de nuestra mexicanísima cultura, conocido como “Lupe Reyes”, que abarca del 12 de Diciembre, que es el mero día de la virgen de Guadalupe, al 6 de Enero, día de los santos reyes.

Todo un mes autorizado para los pretextos para no hacer, y de tiempos propicios para hacer lo que ha de pasar desapercibido entre las cortinas de humo, el ruido de cohetes y las borracheras inspiradas en el reencuentro y hasta en el desencuentro familiar.

Por lo pronto, nuestros Diputados Federales incorporan un ingrediente más a ese ambiente de fiesta y presagio, anunciándonos lo amargo de la medicina que nos recetan para el año 2010, con la etiqueta de “subida de impuestos”; para remediar, según ellos, algunos males que aquejan a la gran familia nacional que somos.

Es claro que el PRI y el PAN, entienden que hay circunstancias que requieren la unidad de fuerzas, sobre todo cuando se trata de solucionar los problemas de caja del gobierno. Lo que no estaría del todo mal, si el gobierno orientara su función a resolver las graves carencias del país, como la de los pobres, cuyo número rebasa la mitad de la población mexicana., y desde luego, las de la clase media, que tiene todo el derecho a negarse a ser pobre.

A estas alturas resulta ocioso, el preguntarnos por los mecanismos de consulta “utilizados” por los legisladores para subir los impuestos, ni siquiera indagar donde quedaron las últimas reformas tan presumidas por el gobierno en su conjunto; simplemente vale la pena recordar las muchas veces que hemos expresado que, son mínimas las actitudes que hacen la diferencia entre los partidos políticos que, hoy por hoy, marcan las pautas para el presente y diseñan nuestro futuro.

Pero este es el México de ahora y el que, según las vísperas, tendremos el año entrante. Por eso, a la inseguridad, que ahora es el nombre de todas las cosas, hay que añadir la neurosis que pueden generar el desempleo y otros tantos vicios combinados con el incremento a los impuestos.

Lo anterior, es el escenario que se está perfilando, toda vez que, no es otro el destino que le depara a un pueblo, al que, por encima de las crisis acumuladas, ahora le “encaraman”, y sobre todo a su clase media, la carga de “medio salvar” al país mediante el pago de más impuestos, los que según dicen, se incrementan por razones de estado, que no es otra cosa más que el estado de desesperación por no querer entrarle al fondo del problema mayor que tenemos y, que se finca en la terca corrupción y en las complicidades con los poderes facticos y su incontenible adicción al dinero.

Pero bueno, mientras sigamos en este país regidos por esa enmarañada red de instituciones, y los conceptos de una clase política nada dispuesta a jugársela por México, pocas posibilidades serias vemos en el corto plazo, de un cambio basado en una voluntad sinceramente justiciera, valiente y democratizadora.

Mientras tanto, sigamos pues, votando por aquellos que nos consideran un pueblo “matraquero” y sin memoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario